Durante el año 2020 y al menos parte del 2021, muchas universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica han experimentado una migración masiva a cursos online debido a la pandemia. Las instituciones de educación superior, profesores, y alumnos han debido adaptarse a un nuevo modelo de enseñanza y aprendizaje que, posiblemente, haya llegado para quedarse.
Uno de los aspectos más críticos en los cursos online es el involucramiento (engagement) de los alumnos en el proceso de aprendizaje. Este involucramiento tiene un componente cognitivo que se refiere a la participación activa del alumno en su aprendizaje; un componente emocional, relativo a la disposición por aprender; y un componente social en cuanto al sentido de pertenencia a una comunidad, al aprendizaje con pares, al establecer relaciones con profesores y la institución, y al desarrollo de confianzas.